El cierre de las importaciones de carne porcina desde Brasil dejó al desnudo una añeja debilidad: la insuficiente producción argentina para abastecer el consumo interno de cortes frescos y fundamentalmente de materia prima para la industria del chacinado.
Carlos Torres Carbonell, técnico del INTA Bordenave, recomienda las pasturas perennes. Reducen costos, elevan la carga animal e incrementan la producción anual de carne en un 300%.
En la segunda campaña de vacunación de 2016 hubo una baja de 1,3% a nivel país. En Entre Ríos la reducción fue del 21%. Con respecto a 2004, el retroceso en Buenos Aires fue de 68%.
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